¿Qué es la Cábala?

La Cábala es un sistema práctico de evolución personal y espiritual, por eso se la llama "el yoga de Occidente".

Es la sabiduría para encontrar el sentido de nuestra existencia y ponerlo en práctica. Saber de donde venimos, quienes somos y adonde vamos.

La Cabala estudia tanto el Macrocosmos como el Microcosmos. Sabemos que el Hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y somos la Chispa Divina, que significa que somos un fractal de Dios. Así que todo lo que somos, es un reflejo de su propia definición.

La Cábala exije una apertura de mente y una fe en aquello que no vemos y en nuestras propias limitaciones impuestas.

La Cábala podría ser definida como el estudio de toda la realidad. Cuando una persona estudia una parcela de la realidad está estudiando Cábala.

La Cábala no solo es el estudio de toda la realidad, sino la experiencia interior de conectarse con dicha realidad. Un concepto más amplio de la Cábala podría ser el estudio y la internalización de dicho estudio a través de la experiencia personal. El cabalista no es simplemente un estudioso de la realidad, sino que participa en dicha realidad.

Otra definición de la Cábala es comprender que la gran mayoría de las energías se encuentran ocultas a la percepción del ser humano y que, por lo tanto, debemos relacionarnos con fuerzas que en principio no conocemos, pero que debemos conocer de algún modo.

Se acostumbra ubicar a la Cábala en el campo de la filosofía religiosa. Pero a diferencia de la filosofía, que es teórica, y cuya exposición sigue sólo el razonamiento, la Cábala implica un sentimiento, y su área se encuen­tra íntimamente vinculada al corazón de los que abrazan esta disciplina. La Cábala llega a la profundidad psicológica de quienes la profesan y une intuitivamente al hombre en comunicación con Dios (o con el concepto que tenga de lo divino y sagrado). De hecho, no es necesario creer en Dios para entender y aplicar la Cábala a nuestra vida. Es en la esencia de cada uno donde se impregna esta sabiduría y camino personal.

La persona que utiliza la Cábala comprende que toda su perspectiva subjetiva es fragmentaria y que las perspectivas de los demás también son fragmentarias, y desea unir dichas fragmentaciones, no para reconciliarlas teóri­camente, sino buscando una unificación práctica.

Ahora nos encontramos en un nuevo milenio, y entre otros cambios asistimos a un proceso de despertar espiritual a escala planetaria, en el que ha renacido el interés por la Cábala como un camino posible hacia la evolución del ser humano. 

De ese modo, en los últimos años ha habido una gran apertura entre los sabios y expertos en Cábala y todo indica que llegará el momento en que se muestren al mundo las maravillosas revelaciones que esta disciplina guarda para el hombre, la  y la ciencia.

ACERCA DEL ÁRBOL DE LA VIDA

El símbolo más importante en la Cábala actual es el Árbol de las Sefirot o Árbol de la Vida, un diagrama que consiste en diez esferas (Sefirot o Emanaciones) y 22 pasajes que las unen. Es una especie de huella del Universo, que muestra cómo la esencia de Dios fluye hacia abajo, hacia el mundo de la materia, a través de diferentes niveles.

Cada esfera o sefirá representa un tipo de existencia. Malkuth, el Reino, representa el mundo material. La más alta, Keter (la Corona), es la fuente de la energía esencial no manifestada. Entre ambas existen sefirot que representan, por ejemplo, la Fuerza, la Forma, la Inteligencia y el Equilibrio. Cada sefirá se corresponde con un número, con un color, con diferentes nombres y con otros símbolos. Los 22 pasajes se corresponden con las 22 letras del alfabeto hebreo y los Arcanos Mayores del Tarot. 

El Árbol no sólo representa a la Creación, también al Hombre. Cada sefirá se corresponde con una parte de la mente o del alma humana. Usando este conocimiento, un practicante de la Cábala puede usar su magia para transferir energía de una sefirá a otra, con el objeto de modificar algo de sí mismo o del mundo a su alrededor.

Por ejemplo, quien desee aumentar su velocidad de razonamiento invocará a Hod (esplendor, claridad
intelectual) usando el número 8, el color naranja, el planeta Mercurio, el aroma a canela y los nombres de los ángeles de Hod. Si desea obtener más fuerza, invocará a Geburah (fuerza mental) o a Malkuth (fuerza física).El Árbol no sólo representa a la Creación, también al Hombre. Cada sefirá se corresponde con una parte de la mente o del alma humana. Usando este conocimiento, un practicante de la Cábala puede usar su magia para transferir energía de una sefirá a otra, con el objeto de modificar algo de sí mismo o del mundo a su alrededor.

Por ejemplo, quien desee aumentar su velocidad de razonamiento trabajará en Hod (esplendor, claridad intelectual) usando el número 8, el color naranja, el planeta Mercurio, el aroma a canela y los nombres de los ángeles de Hod. Si desea obtener más fuerza, invocará a Geburah (fuerza mental) o a Malkuth (fuerza física), etc.


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